Chile es un país que cuenta con una gran diversidad de bosques, gracias a su amplia extensión territorial, variedad de climas y la influencia de las barreras geográficas, como la Cordillera de los Andes, y el Desierto de Atacama. Es por esta razón que también existen diversas maneras de clasificar la vegetación. Según la clasificación de vegetación natural de Gajardo (1994) la diversidad de agrupaciones de plantas se pueden clasificar en base a sus adaptaciones, composición florística, estructura espacial y origen fitogeográfico, resultando en un sistema de clasificación de agrupaciones de plantas a distintas escalas espaciales. A continuación, se mencionan y describen brevemente algunos de los tipos de bosques que existen en nuestro país.
Matorral y Bosque Esclerófilo: Este tipo de bosque se encuentra en las zonas centrales y costeras de Chile. Como consecuencia de su ubicación geográfica ha desarrollado su ciclo de vida en el clima mediterráneo, por tanto son especies que poseen una alta tolerancia al estrés hídrico; es por esto, que poseen hojas pequeñas y coriáceas (duras y flexibles), troncos retorcidos y poseen una alta resistencia a los incendios forestales. Forman complejos paisajes vegetales debido al alto grado de alteración asociado a la alta densidad poblacional en esta zona del país. Las especies dominantes suelen ser arbustivas, de hojas esclerófilas (llamadas así por su dureza), suculentas, espinosas y algunas especies con gran desarrollo en altura. Algunas de las especies más frecuentes son: el boldo (Peumus boldus), el litre (Lithraea caustica), el peumo (Cryptocarya alba), el quillay (Quillaja saponaria) y el maitén (Maytenus boaria).
Bosque Caducifolio: Es una formación vegetal que se encuentra en la zona central de Chile, desde la región de Valparaíso hasta la región de Los Ríos en las zonas montañosas. Se sitúa en climas templados generalmente afectados por cortas sequías durante el verano. Este tipo de bosque es uno de los más amenazados y fragmentados del país debido a la expansión de la agricultura y la urbanización. Un factor característico de este tipo de bosque es la presencia de algunas especies del género Nothofagus, como el roble blanco (Nothofagus obliqua var. macrocarpa) las cuales poseen hojas caducas. Otras especies frecuentes son el peumo (Cryptocarya alba), litre (Lithrea caustica) y en la cordillera andina tiene un papel importante el ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis).
Bosque Laurifolio: Es un tipo de bosque que se encuentra en varias regiones del mundo, incluyendo Chile. Este tipo de bosque se caracteriza por la presencia de árboles perennifolios, es decir, árboles que mantienen sus hojas durante todo el año.
En Chile, el bosque laurifolio se encuentra principalmente en la Región de Los Lagos, en el sur del país. Este bosque se desarrolla en una franja costera de clima templado lluvioso, con precipitaciones anuales que oscilan entre los 2.000 y 4.000 mm. Los suelos son ricos en nutrientes y la vegetación se encuentra en un estado de constante crecimiento y renovación. Algunas de las especies más frecuentes son: ulmo (Eucryphia cordifolia), roble (Nothofagus obliqua), arrayán (Luma apiculata) y coihue (Nothofagus dombeyi).
Bosque Andino Patagónico: Este bosque se encuentra en la Patagonia chilena y argentina, a lo largo de la Cordillera de los Andes (entre la VIII y X región). Un factor particular determinante en el desarrollo de estas especies es que conforman comunidades en zonas que reciben la precipitación en forma de aguanieve. La especie dominante es la lenga (Nothofagus pumilio) la cual participa en menor o mayor medida de las distintas comunidades vegetales presentes.
Bosque Siempreverde y Turberas: Es uno de los tipos de bosques más biodiversos del mundo, caracterizado por sus altos niveles de precipitación y humedad, que pueden alcanzar los 4.000 mm anuales. Se extiende por la zona sur de Chile desde el sur de la Isla de Chiloé hasta Cabo de Hornos. Las condiciones del relieve físico también son muy variadas: sectores montañosos, laderas, archipiélagos y campos de hielos.
También es posible encontrar en estas zonas alteradas matorrales muy húmedos, turberas y bosques renovables. Algunas especies frecuentes son: la araucaria (Araucaria araucana), coihue (Nothofagus dombeyi), lenga (Nothofagus pumilio) y tepa (Laurelia philippiana), entre otras.
Estepa Patagónica: Ubicada en la franja este de la patagonia y cercana al límite geográfico con Argentina. Producto del gradiente climático, en esta zona las condiciones climáticas son áridas y la temperatura baja. Es por esto, que las comunidades vegetales tienden a ser homogéneas y de altura reducida, dominadas por estepas con gramíneas en mechón (también llamados coirones por la abundancia las especies, Festuca spp. y Stipa spp.) y otras especies arbustivas de baja estatura. Las especies del género Baccharis son frecuentes y conocidas por tener frutos comestibles, como por ejemplo, el calafate ( Berberis buxifolia).
Referencias.
Gajardo, R. (1994). La vegetación natural de Chile: Clasificación y distribución geográfica. Editorial Universitaria.
Aravena, J. C., & Hildebrandt, P. (2011). Distribución y estado de conservación de los bosques nativos de Chile. Bosques templados de Chile y Argentina: Variabilidad, diversidad y dinámica. Valdivia, Chile: Editorial Universitaria.
Armesto, J. J., Villagrán, C., & Kalin Arroyo, M. T. (1996). Ecología de los bosques nativos de Chile. Editorial Universitaria.
Donoso, C. (2015). Ecología forestal: Bases para el manejo sostenible y conservación de los bosques nativos de Chile. Marisa Cúneo Ediciones.
INFOR. (2018). Catastro y caracterización de plantaciones forestales en Chile. Instituto Forestal.
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Le Quesne, C., Méndez, M. A., & León, J. (2006). Tipos de bosque de la Patagonia chilena y argentina: Una revisión. Bosque, 27(2), 109-122.
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Villagrán, C., Armesto, J. J., & Kalin Arroyo, M. T. (1981). Aspectos biogeográficos de la flora del bosque valdiviano. Anales del Instituto de la Patagonia, 12, 121-131.
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